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Encuentros que Relacionan Vidas y Experiencias de la Juventud

Actualizado: 10 abr


En la fotografía: Foto Grupal de los participantes en el encuentro de las juventudes realizado en Cobán, A.V.
En la fotografía: Foto Grupal de los participantes en el encuentro de las juventudes realizado en Cobán, A.V.

Créditos fotográficos y redacción por: Mercy Corps Guatemala


El proyecto Juventudes Empoderadas para Ejercer sus Derechos, en el mes de noviembre del año 2024 realizó un encuentro Juvenil. El evento reunió a 65 jóvenes (35 mujeres y 30 hombres) provenientes de los departamentos de Quiché, Totonicapán, Izabal, Quetzaltenango, Huehuetenango, San Marcos y Alta Verapaz. Bajo el liderazgo de un consorcio conformado por AVSF, Mercy Corps, Educo, Trocaire y ActionAid, el encuentro se llevó a cabo en el Hotel Alcázar Doña Victoria, en Cobán, Alta Verapaz, los días 4, 5 y 6 de noviembre de 2024. Se tuvo la presencia de diferentes organizaciones dedicadas a la juventud en el departamento así como la valiosa presencia de la Delegación de la Unión Europea en Guatemala.


El propósito principal fue fortalecer el empoderamiento juvenil mediante el intercambio de experiencias y la construcción de capacidades. Se buscó fomentar la participación ciudadana, socializar logros y desafíos, e incentivar el diálogo con aliados estratégicos para consolidar mecanismos de incidencia en la toma de decisiones comunitarias.


La jornada del 5 de noviembre inició con la presentación de las organizaciones del consorcio. Cada entidad expuso su trabajo con la juventud y seleccionó a dos representantes para compartir sus experiencias, expectativas y desafíos.


Los jóvenes aprovecharon este espacio para compartir sus historias de superación, destacando los avances en la participación comunitaria y los cambios positivos que han experimentado en sus comunidades.




Entre los principales logros mencionados por los participantes se encuentran:

• Mayor conocimiento sobre sus derechos.

• Reconocimiento de la juventud por parte de las municipalidades, permitiéndoles participar en el COMUDE.

• Habilidades adquiridas en incidencia política y liderazgo.

• Fortalecimiento de la autoestima y amor propio.

• Capacidad para hablar en público y expresar sus ideas.

• Desarrollo de competencias para el emprendimiento juvenil.


Sin embargo, también se identificaron grandes desafíos:

• La falta de recursos económicos que lleva a muchos jóve-nes a abandonar sus estudios.

• La migración, especialmente hacia Estados Unidos, como una alternativa ante la falta de oportunidades.

• La violencia y el abuso que enfrentan muchas jóvenes, lo que genera miedo e incertidumbre sobre su futuro.


Posteriormente, se realizó una dinámica tipo “Carrusel”, en la que los grupos de jóvenes rotaban entre diferentes estaciones para conocer las iniciativas de cada organización. Se abordaron temas clave como inclusión, participación juvenil, equi-dad de género, liderazgo, memoria histórica y emprendimiento.


Cada organización presentó sus metodologías y logros:

• Mercy Corps: Redes juveniles, participación comunitaria, prevención de la violencia y equidad de género.

• Educo: Programas de autoestima, liderazgo, derechos humanos y equidad de género.

• ActionAid: Capacitación en emprendimiento, derechos humanos, liderazgo y protección del medio ambiente.

• TROCAIRE: Formación política y organización territorial de juventudes.

• AVSF: Capacitación en temas como cambio climático, derechos indígenas, agroecología y defensa del territorio.



Para cerrar el día, los clubes de jóvenes presentaron una obra de teatro sobre la independencia del 15 de septiembre de 1821. A través de la dramatización, invitaron a la reflexión sobre la historia y los desafíos actuales que enfrenta la juventud.


El 6 de noviembre, los participantes visitaron la comunidad de Samac, donde conocieron de primera mano cómo un grupo de juventudes ha logrado organizarse y participar activamente en procesos comunitarios gracias al acompañamiento de Mercy Corps. Los jóvenes de Samac compartieron su experiencia en la creación de mecanismos de auditoría social, prevención de la violencia y promoción de derechos humanos. También explicaron cómo han conformado comisiones de protección, redes municipales y emprendimientos juveniles.


La jornada finalizó con una reflexión sobre el impacto del proyecto y la importancia de continuar promoviendo espacios de participación para la juventud. El intercambio dejó en claro que cuando los jóve-nes tienen acceso a formación y apoyo, se convierten en agentes de cambio en sus comunidades, contribuyendo a la construcción de un futuro más justo y equitativo.


Algunas de las personas que participaron en el evento fueron:

Santiago Ja Ichich, de 29 años

Me siento satisfecho y orgulloso de mi mismo, representarme yo mismo, la institución, a mis comunidades y a mis otros compañeros jóvenes. Sabemos que tengo que ir debo de regresar con algo más de aprendizaje para compartir con los demás, todos aprendimos de todos y me siento satisfecho. - Santiago Ja Ichich

Santiago Já Ichich
Santiago Já Ichich

Nació en Panzós, en la comunidad de Santo Torribio. En 2014 culminó su carrera como perito contador y, durante cinco años, trabajó en una empresa agrícola como técnico en el área. Sin embargo, con el tiempo decidió emprender su propio negocio y actualmente se dedica a la venta de ropa.


Desde su juventud, Santiago ha estado vinculado a iniciativas sociales. En 2004, una fundación trabajó en su comunidad, ubicada en la Sierra de las Minas, brindando apoyo en temas de tenencia de tierras y derechos humanos. Aquel primer contacto con el activismo dejó en él una semilla que más tarde germinaría en su compromiso con la juventud.


En 2023, Santiago se integró nuevamente a la acción social al formar parte de la asociación ActionAid. Su comunidad comenzó a elegir representantes juveniles para velar por las necesidades de los jóvenes y él no dudó en participar. Su motivación principal era aprender, experimentar y tener la oportunidad de expresarse y manifestarse por su comunidad.


Actualmente, el grupo de jóvenes de Santo Torribio está compuesto por 14 integrantes: siete mujeres y siete hombres, con edades que van desde los 15 hasta los 29 años. Aunque algunos enfrentan barreras como el miedo y la falta de motivación, han logrado organizar reuniones y horarios flexibles para fomentar la integración.

Lo que les afecta, es que los jóvenes tienen miedo de participar, algunos se sienten desmotivados y la mayoría trabaja en el campo, es difícil integrar a todos los jóvenes de la comunidad. Lo que yo deseo es que se integren y aprendan, que tengan educación, que abran la mente y que no pierdan el deseo de es-tudiar, uno siempre tiene que cumplir el sueño. Tiene que ir por un objetivo bueno para su vida. - Santiago Ja Ichich

Santiago ha aprendido sobre planificación familiar, protección de la biodiversidad y el cuidado del medio ambiente. Su experiencia lo llena de orgullo, pues considera que representar a su comunidad y compartir conocimientos adquiridos es fundamental para su crecimiento personal y el bienestar colectivo. Inspirado por los derechos de los pueblos indígenas, Santiago busca que más jóvenes se involucren en el aprendizaje y desarrollo de la comunidad. Con esta visión, han comenzado a planificar un proyecto de crianza de cerdos como una fuente de ingresos para fortalecer su organización.


Ana María Velásquez, 30 años

Me encanta poder involucrar a la juventud en el contexto del país para hacer cambios, la juventud es la población más predominante, somos un grupo representativo y talvez en algún momento han habido restricciones, pero sabemos como hacer cambios y es mostrándonos como juventudes. - Ana María Velásquez


- Ana María Velasquez
- Ana María Velasquez

Alicia María Velásquez, de 30 años, es originaria de Santiago Atitlán, Sololá. Es licenciada en enfermería y trabaja como facilitadora en el área de salud pública. Su camino en el liderazgo juvenil comenzó hace dos años cuando ingresó a la Escuela de Formación Política del Consejo de Pueblos Mayas (CPO), donde fue alumna de la segunda cohorte en Sololá.


Esta escuela, que opera en seis territorios (Huehuetenango, Sololá, Totonicapán, entre otros), tiene como objetivo formar líderes jóvenes en temas políticos, ambientales y comunitarios. Alicia se graduó y ahora forma parte de la estructura organizativa de la escuela, participando activamente en la Comisión de Juventudes. Desde allí, trabaja con otros delegados en la planificación de actividades que fortalezcan el liderazgo juvenil.


A través del encuentro, ha tenido la oportunidad de intercambiar experiencias con jóvenes de otras comunidades y territorios. Ha aprendido sobre el impacto ambiental y la importancia de involucrarse en el contexto político del país para generar cambios. Reconoce que la juventud es la población más predominante en Guatemala y que, aunque históricamente han enfrentado restricciones políticas, es fundamental que se hagan visibles y se organicen para transformar su realidad.


El grupo con el que trabaja está compuesto por 20 jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios y emprendedores. Han participado en encuentros con otras organizaciones, donde han conocido jóvenes dedicados a diferentes disciplinas como el arte y los negocios. Alicia destaca especialmente el impacto de las mujeres organizadas y la importancia de crear redes de apoyo entre jóvenes.


Gracias al apoyo de la organización Trocaire, han logrado empoderarse y generar espacios más flexibles para la participación juvenil. Su meta es seguir fortaleciendo la formación política, pues reconoce que hay una gran ausencia de representación juvenil en este ámbito y es clave seguir construyendo liderazgo desde las bases comunitarias.


Definitivamente fue una experiencia enriquecedora, nos formamos en formación política, fueron a conocer las escuelas en las que participan. Fue interesante conocer la experiencia de otros jóvenes, como jóvenes que hacen arte, jóvenes que tienen emprendimientos, también la organización de las mujeres que fue algo que me impactó. La forma en la que también nos exponemos a otras entidades y nosotros pudimos conversar con otros actores como la conjuve. Esto es motivador para los jóvenes, hay mucho que hacer en juventud no solo en formación emprendimiento, artes y otras actividades. Es muy motivador para los jóvenes sobre todo en aquellos que no han tenido la oportunidad de interactuar con otros territorios. - Ana María Velásquez

Juan Otoniel Lares, 28 años

Nos permitieron soñar y ver más allá, la confianza que nos ha brindado el proyecto. Acá estamos, La juventud cambia, la juventud transforma y gracias al apoyo en creer en la juventud. Creo que no los hemos defraudado, estamos llenando las expectativas de muchos jóvenes, seguir imple-mentando el proyecto, y esperemos que el proyecto siga, acá seguimos nosotros como la semilla que dejaron para seguir plantando y sembrando más conocimiento, florecer estos derechos que un día nos dejaron, y nos dejaron de forma muy hermosa para poder promover los derechos de las juventudes desde nuestras comunidades. La economía comunitaria es un punto importante al cual aspiramos fortalecer también y ojalá que a futuro podamos seguir creyendo en los jóvenes, para evitar la migración.


- Juan Otoniel Lares
- Juan Otoniel Lares

Juan Otoniel Lares, de 28 años, proviene del caserío Cacabal, en Chinique, Quiché. Es estudiante de Trabajo Social en el undécimo semestre y trabaja como coordinador en un proyecto de la asociación ALFAGUAT. Desde hace años conocía el trabajo de Trocaire en su territorio, pero no fue hasta que recibió una invitación que decidió involucrarse en el proyecto Juventudes Empoderadas.


Desde pequeño, Juan sintió el llamado de ayudar a su comunidad y a otros jóvenes. Sin embargo, hasta hace poco no había tenido la oportunidad de participar activamente en espacios de liderazgo. Cuando su compañera Heydi lo invitó a unirse, no dudó en aceptar, motivado por la posibilidad de aprender y contribuir al desarrollo de su entorno.


Actualmente, es parte del Consejo de Juventudes, un espacio creado para promover la participación juvenil en la toma de decisiones. Este consejo nació como una respuesta al adultocentrismo, pues en muchas comunidades las decisiones las toman los adultos sin considerar las voces jóvenes. Su visión es construir una Guatemala libre de discriminación, con democracia y una participación digna de la juventud, especialmente de los pueblos indígenas que históricamente han sido marginados.


El Consejo de Juventudes tiene cuatro años de existencia y actualmente trabaja en la obtención de personería jurídica para que el gobierno lo reconozca oficialmente. A partir del proyecto Juventudes Empoderadas, han logrado capacitarse mejor para gestionar más apoyo y fortalecer su organización.

Uno de sus mayores logros ha sido la descolonización del pensamiento juvenil, promoviendo el cambio de mentalidad y la innovación en sus comunidades. Han logrado visibilizarse en el territorio y conectar con otras asociaciones y grupos juveniles en Quiché. A través de eventos como diálogos abiertos y reuniones con pueblos indígenas, han podido incidir en la construcción de políticas públicas.


- Juan Otoniel Lares
- Juan Otoniel Lares

Uno de los principios fundamentales del consejo es la participación activa de los jóvenes en la toma de decisiones. Han aprendido que históricamente han sido utilizados con fines políticos, pero ahora buscan ser sujetos de derecho, capaces de decidir y construir un mejor futuro para su país. A través del encuentro lograron hacer alianzas con otras instituciones como CONJUVE con quien tienen una relación ahora a partir del encuentro juvenil. En los próximos años, planean impulsar una política de juventud a nivel gubernamental para garantizar que sean tomados en cuenta en la formulación de iniciativas que impacten su desarrollo.





El consejo está conformado por aproximadamente 30 jóvenes, desde estudiantes de nivel básico hasta universitarios y jóvenes que no tuvieron acceso a la educación formal. Su enfoque es inclusivo, sin importar ideologías o antecedentes, pues su objetivo es el desarrollo de la juventud guatemalteca.


Fue la primera experiencia que tuve, al poder participar en un encuentro, es mas como, un tipo seminario pero me sentí bien porque todo el espacio fue de jóvenes, me llamo la atención de las formas en que los territorios están trabajando, recuerdo a los jóvenes de Izabal hablando sobre la defensa de sus territorios y de los pueblos indígenas. Me llamó la atención la historia de las personas que estuvieron en el encuentro, y me dio una reflexión, de que un día como nosotros como jóvenes, podamos alzar la voz y presentar a las peticiones que cesen el daño al medio ambiente, a los derechos humanos.
Todo lo que se hizo en el encuentro, en ese compar-tir de experiencias, al escuchar que habían jóvenes de otras redes que compartieran su experiencia. Y luego al terminar de llegar a la comunidad, al escuchar las voces de las mujeres de la cooperativa, me di cuenta que todo es posible cuando innovamos en la vida de las personas, y debe nacer desde nosotros como jóvenes, una forma de presentarnos es llevarnos la idea de lo que están trabajando.
Los jóvenes que son de territorios mas lejanos tienen menos oportunidades para trabajar y pudimos verlo, sistematizarlo y evaluar que tanto hemos hecho como jóvenes. Me sentí muy feliz porque tuve la oportunidad de dirigir el foro, esa es mi área, expresarme y comunicar.
Me doy cuenta que estos espacios que se nos brindan a nosotros para las juventudes, somos privilegiados, no todos podemos ir, aprendemos, conocemos y puedo decir que a uno le permite reflexionar, uno dice hasta donde estoy y hasta donde llegue. - Juan Otoniel Lares

El Intercambio de Experiencias del Proyecto “Juventudes Empoderadas para Ejercer sus Derechos” no solo fortaleció el liderazgo juvenil, sino que también permitió generar redes de apoyo entre organizaciones y comunidades. A lo largo de tres días, los participantes compartieron sus historias, aprendieron nuevas estrategias de incidencia y reafirmaron su compromiso con el cambio social.


Este encuentro demostró que el empoderamiento juvenil es clave para transformar realidades y construir sociedades más inclusivas y equitativas. La juventud, cuando se le da voz y oportunidades, es capaz de movilizarse y generar impacto en su entorno. El reto ahora es mantener y expandir estos espacios, asegurando que más jóvenes puedan ejercer sus derechos y participar activamente en la toma de decisiones.


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